Tenía ganas de decirle que le he pensado mucho, que su ausencia me ha servido para extrañarle de una forma distinta. Quería decirle que no han sido buenos días desde que se fue, que la tristeza me ha atacado en forma de lágrimas. Quería decirle que me parece que la tristeza inunda páginas de mi blog. Quería decirle tantas cosas... Pero no le he dicho nada, como muchas veces, lo único que consigo es asentir y decir ni la mitad de las cosas que pienso. También me hubiera gustado decirle que aun no podría verle agarrado de la mano de nadie. Que aún no aguantaría que llame a otras por la noche. Que no quiero que reciba un buenos días con las mismas intenciones con las que yo te los daba. Que me hundiría que otra sea su felicidad, y que otra le haga reir hasta que le duela. Aún no podría ver como otra sale con el y que otra le abrace de espalda como le gusta. Y que de lo peor sería ver como otra consigue alegrarle el día.
Pero no, lo importante es su sonrisa, y como dicen muchísimo 'Lo que yo quiero es su felicidad, y si para eso el tiene que estar con otra que no sea yo, yo aguantaré y sonreiré por el'.
lunes, 22 de abril de 2013
Para mi hoy empieza un año nuevo, pero no mejor.
sábado, 20 de abril de 2013
Quizá el destino quiere que estemos juntos pero piensa que este no es el momento.
Llegué a pensar tanto tanto en ese momento que lo idealicé demasiado, llegué a centrarme tanto en eso que se me olvidó cual era el objetivo de ese tiempo.
Ahora, el miedo me come. El miedo que siento me acompaña todo el día. Es ese que dices, ¿Tienes miedo de perder algo que no tienes? Si, ese miedo. Y lo peor esque no puedes hacer nada, solo te queda mirar e intervenir las pocas veces que toca.
Lo peor es que, en mi día a día, plantearme si me piensa, si me echa de menos, si se acuerda de mi, o si espera a que le hable, todo eso ya es normal.
A veces, me da por mirar y leer las conversaciones que teníamos antes y, en una parte dice 'Tiempo que no estéis juntos, tiempo que perdéis para disfrutar' entonces me acuerdo de todas las cosas que planeabamos hacer en el futuro, o en todas las promesas que hemos fallado.
Lo cierto y lo más bonito es que, recuerdo y recuerdo pero nunca, nunca he recordado algo que me quitase la sonrisa de la cara.
Pues, recuerdo las risas, sonrisas, las agujetas de tanto reir.
Va a ser difícil superar un año como el 2012.
Solo sé que un día me dijo: ¿Preparada para pasar el mejor verano de tu vida? Y así fue.