Llueve y me gusta. Quizá sea lo único bueno del día de hoy. Me gusta caminar bajo la lluvia, es el único sitio en el que la tristeza consigue disimularse como si fuesen gotas de lluvia lo que moja mi cara.
Se podría decir que nunca antes mis días habían sido tan grises, que nunca el miedo me había acorralado de esta manera y que los nudos en la garganta nunca habían sido tan intensos.
Se podría decir que nunca algo me había dolido tanto.
lunes, 20 de mayo de 2013
Apoyar la cabeza en la almohada y romper.
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