sábado, 29 de diciembre de 2012

+ Eres lo mejor del mundo. - Tu también.

Me sentía como una imbécil, ahí esperando. Pensaba que ya me la habías jugado, que te estabas riendo de mi.
Un minuto más y me voy. Dije eso, mil veces. No podía irme sin verte, no. Ya no sabía que hacer, la chica de la tienda cada vez me debió de ver más nerviosa.
Y dije, vale. Esta vez en serio, un minuto más y me voy. Y entonces te ví caminar a lo lejos, como siempre me dí cuenta que eras tu por tus andares, que no los cambiaría por nada.
Cada vez te veía más cerca, se me iba a salir el corazón del pecho.
Hace tanto que no te veía, no sabía que hacer, como saludarte, si darte dos besos o un abrazo o qué.
Caminabamos el uno al lado del otro, sin darnos la mano. Era todo raro, pero a la vez me encantaba.
Pasó la tarde y nos encontramos juntos. Cerca, muy cerca. La nariz del uno tocaba la del otro. Mis ganas de besarte aumentaba sintiendo tu respiración a centímetros de mi, aumentaba con cada abrazo, con cada palabra que
Me susurrabas al odio, con cada mirada, con cada abrazo por detrás, con que me dijeses enana, con que me besaras en la nariz, en la mejilla, con que me mordieses la mejilla.
Aún estabamos juntos cuando los dos ya estábamos pensando en cuando volver a vernos.

Te quiero.

martes, 25 de diciembre de 2012

Que si no te tengo reviento.

Echo de menos despertarme y tener tus buenos días. Echo de menos dormir en tu pecho. Echo de menos tus 'te quiero', tus 'cariño'. Echo de menos tus besos, en mi cuello, en mi frente, en mi nariz, en mi mejilla, en mis labios. Echo de menos verte, abrazarte, morderte los labios. Echo de menos que me digas que me echas de menos. Echo de menos escuchar como te ríes de mis rizos. Echo de menos escuchar en tu casa la música a toda voz. Te echo de menos a ti en mi cama en las tardes de siestas. Echo de menos la seguridad que me aportabas. Echo de menos meter mi mano fría en tu barriga. Echo de menos que te rías de mi por no saber que significa algo. Echo de menos que intentes imitar el argentino. Echo de menos que me muerdas la oreja y el labio. Echo de menos verte caminar hacia mi. Echo de menos que seas tu el que toque a la puerta. Echo de menos llegar de un sitio y encontrarme con mensajes tuyos o enviarte muchos mensajes. Echo de menos poder preocuparme por si llegas tarde. Echo de menos verte jugar al futbol. Echo de menos tu amor. Echo de menos ir de la mano contigo por la calle. Echo de menos que te enfades por mis malas notas. Echo de menos que me enseñes matemáticas. Echo de menos despertarme al dormir la siesta contigo y verte a mi lado. Echo de menos estar tumbada contigo en tu cama. Echo de menos cuando planeabamos nuestro futuro, recuerdas? Decías que yo tendría que limpiar, que para eso estoy. Yo decía que lo tendríamos que hacer los dos.
Tu que seríamos ricos, que no haría falta que yo trabaje, asi que limpiaría la casa.

No se si tu tienes la necesidad de mi tanto como yo de ti, solo se que me estoy muriendo por estar a tu lado.

Te quiero.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Don't let me fall.

Siento que voy superando esto poco a poco, pero a la vez siento que me hundo lentamente.
Siento que te echo de menos más que nunca, que la necesidad de abrazarte cada vez aumenta más.
Siento que cada vez que releo la carta que me escribiste se me para el corazón recordando el día en que me la diste, que subiste con la tarta y pusiste la canción de 'feliz cumpleaños' con tal de no cantarla.
Me siento como una tonta cuando tocan al portero o a la puerta y voy corriendo a contestar esperando que seas tú o cuando mi móvil suena y mis ojos brillan con solo pensar que eres tú.

No se por que escribo esto, supongo que con fin de desahogarme o algo. Tampoco se si me lees día a día, por no decir que no se nada de ti. 

Hoy es 22, tu y yo deberíamos estar juntos siendo los más felices del mundo.


Te quiero.

jueves, 20 de diciembre de 2012

This isn't the end. Please.

Lloras. Piensas. Lloras más. Te tranquilizas. Te plantas una sonrisa falsa en la cara. Vuelves a pensar. Lloras más. Recuerdas. Lloras. Piensas. Te tranquilizas. Te tranquilizas. Dices que no te pasa nada. Piensas. Recuerdas. Recuerdas. Lloras. Lloras. Lloras. Intentas fingir que todo va sobre ruedas. Y así.
Esa será mi rutina de ahora, que bien. Será mi megahiperchupi rutina.
¿A quien pretengo engañar? Dime, ¿Quién va a creer lo que digo? Si de aquí a 3 kilómetros con mis ojos rojos, con el olor que desprendo a no querer vivir la vida, con todo lo que llevo arrastrando,con  todo esto que me rodea se huele, se huele que llevo una sonrisa falsa, se huele que no puedo más con todo esto.
Te dí todo lo que pude, base mi vida en ti, me plante ahí, a tu lado. y ahora, mi vida a cambiado de un minuto a otro. Un giro de 180 grados, tan rápido como la luz, y ahora, ahora solo me quedan recuerdos. Bonitos, pero solo son recuerdos. No quiero. Me niego. Quiero que sean mi día a día.
Pero pienso. Ya no puedo hacer nada, que impotencia. Yo quiero luchar, luchar por lo que quiero. Pero sola no llego a ningún sitio. Te necesito a ti.
Ojalá luchemos.

Ya lo he dicho, pase lo que pase mi amor por ti perdurará ahí siempre.

Te quiero.