Que aún sigo pensando después de más de un mes, que esto tan solo es una de esas pesadillas que se hacen pesadas, sí. De esas en las que te cuesta andar, de las que te cuesta despertarte. No veo las horas de poder abrir los ojos y darme cuenta de que ya no está a mi lado y de que debería estar alegre porque lo nuestro fue perfecto. Pero no puedo estar alegre viendo que es un 'fue' en vez de un 'es'.
Que ya es hora de que empieze a valorar un poco esos 'Buenos días princesa' con los que me levanto aunque no vengan de él, que es hora de empezar a vivir eso que llaman vida, que ahora sin el me doy cuenta de que se me queda grande.
Que estamos a cuatro de febrero, dos mil trece con hora once y veinte, en la cama metida, sin conexión alguna dandole vueltas al tema como hago cada noche y repitiendome que no volveré a derrochar más lágrimas por esto otra vez, sin esperanzas de cumplir mis palabras.
Voy perdiendo la fé en mi noche tras noche, cuando me doy cuenta de que las sonrisas que llevo a diario no sirven de nada, porque no son de verdad. Tan solo sirven para pillar las noches con más fuerza, para pillar la almohada y dejarme la vida gritando para mis adentros, gritandole desde aquí que le echo de menos y esperando como una ilusa a que aparezca un mensaje suyo que diga: 'Ya se que esto no es lo que me has pedido, pero no puedo dormir una noche más sin saber si hay algún chico que intenta ocupar mi puesto, porque recuerda nena, es mi puesto. Buenas noches preciosa.' pero siempre me han dicho que de ilusiones se vive y que la vida nunca es lo que parece, que a veces lo que va mejor es lo que sale peor y otras lo que parece empezar mal es lo que mejor final tiene. Fijate, con catorce años y hablando de la vida. Cualquiera que me lea debe de pensar que como mucho se me ha muerto el tamagochi o algo. Catorce años y sufriendo por amor, será porque no me queda por vivir.
Vivo esperando un mensaje, una señal de el, algo para saber que no hago el imbécil estando estancada aquí.
martes, 5 de febrero de 2013
La esperanza es lo último que se pierde.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario